Lo primero que me gustaría preguntarte ya que estamos hablando de terror es: ¿qué es lo que te causa miedo?
Cuando era chica le tenía mucho miedo a lo sobrenatural, a los demonios, a los espíritus, incluso, a los extraterrestres. Hoy, lamentablemente, le tengo más miedo a lo real y esto tiene que ver con las personas, con el fanatismo, con la depravación, con la maldad en sí. El ser humano me da miedo, sobre todo, cuando responde a los instintos más básicos e individuales.
Si hablamos del género, ¿cuándo fue tu acercamiento a este? ¿Qué obras crees que sean fundamentales para alguien que deseé adentrarse?
Siempre me gustaron las historias de terror con un toque de fantasía. Los cuentos de H.P. Lovecraft fueron mi primer acercamiento al género, aunque hoy busco otra clase de terror, más cotidiano, más palpable, que juegue en el límite entre lo fantástico y lo real, y que me deje pensando. En este género me nutro más con el cine, porque considero que es muy necesario estimular los sentidos para escribir una buena historia. Y a quien quiera adentrarse en el terror, le sugiero indagar en lo que le da miedo y recién ahí buscar su lectura. No todos tememos a lo mismo y no a todos nos genera terror las mismas cosas. Por ejemplo, con La Niebla, la película basada en el cuento de Stephen King, a mí me genera más terror el conflicto entre la gente que los monstruos en sí. La lectura es muy subjetiva, así que indaguen, busquen, prueben y sobrevivan.
A la hora de trabajar una historia, ¿cómo elegís los impedimentos que tus personajes deben superar?
En el caso del terror, parto sabiendo que los personajes no van a terminar bien. Los impedimentos varían, de acuerdo al personaje y a la trama, pero todos ellos tienen algún conflicto interno que superar. Por lo general, me gusta trabajar con personajes rotos y con cierta inmadurez emocional; de esta manera, puedo verlos desde afuera y enfrentarlos con sus propios demonios. En mis historias, no hay personajes buenos y personajes malos. Hay personajes grises, porque los buenos tienen culpas que expiar y los malos tienen un costado trágico que los llevó a convertirse en lo que son. Si mis personajes fueran a terapia, con el tiempo sanarían sus heridas y terminarían de una forma diferente. Pero no, no hay tiempo en mis historias; los personajes tienen que accionar con lo que saben y como pueden, y es por eso que se mandan muchas cagadas en el camino.
Como editora y escritora, ¿hay alguna temática que nunca optarías por tratar?

No me gusta ningún tema que fomente la intolerancia, la homofobia, la pedofilia o cualquier situación de odio, aunque sí entiendo que puede haber personajes con esas características. Pero una cosa es que un personaje sea de tal forma y otra, es que desde lo autoral se fomenten las acciones de este tipo. Creo que si ponemos en una historia a un personaje intolerante, por ejemplo, es para que podamos hablar de él y de sus acciones, y reflexionar al respecto. Pero si ese mismo personaje está al servicio de bajar línea con un discurso de odio, ya estamos entrando en un terreno que no me parece sano para nadie.
¿Podrías contarnos sobre tus futuros proyectos?
Tengo varios proyectos futuros, pero te puedo contar sobre mi próxima novela de terror, que espero publicarla en el transcurso del 2022. Es sobre una chica que hace rituales con velas y que todo lo que pide, se le cumple. El problema se da cuando pide una pareja, sin imaginar que, a ese pedido, responderán personas muy turbias. Hay magia de barrio e intereses individuales, y un gran cuestionamiento a los mandatos sociales, en especial, al tema de la maternidad. Los personajes son grises y están tan rotos, como cualquiera de nosotros. Y como no podía faltar en mis historias, también hay una pizca de fantasía.
Para saber más de este proyecto, pueden seguirme en mis redes, que voy a ir contando al respecto.
Pueden contactarse con Vanesa O’ Toole en los siguientes enlaces:
https://www.facebook.com/vanesa.otoole.9