Basándose en su propio cuento, The Last Illusion, Clive Barker nos trae un mix de film Noir y Horror que ya podemos detectar luego de los primeros minutos de haber comenzado la película. Aquí hay un elemento fundamental en el arte de Barker: la imaginación.
De la mano de uno de los personajes esenciales de sus libros (el detective Harry D’Amour), nos vamos adentrando en un mundo donde las ilusiones pueden superar la realidad. La historia tiene un punto fuerte para resaltar: la doble moral, que varios de los protagonistas poseen en distintas situaciones: una moral con tonalidades grises, ya que cada uno actúa en función de sus propios deseos, sin importarles cómo afecta esto a su entorno. La relación entre Swann y Nix es tan ambigua en sentimientos que uno hubiera deseado poder ver más de ellos. Es una relación que por momentos parece ser de maestro y alumno, y pasa enseguida a ser un berrinche de amantes. Nix, aquel hombre que vino a asesinar al mundo (según sus palabras), actúa como un dios celoso, teniendo como un preciado anhelo a su discípulo favorito, sin que nadie pueda llenar el vacío ocasionado por su falta. Por otra parte, la construcción del triángulo que se arma (Harry/Dorothea/Swann) conforma una historia muy interesante, aunque queda relegada a un segundo plano.
Uno de los puntos que, en esta oportunidad, considero negativo es cómo el azar juega un papel importante de una manera muy brusca. A veces se sienten forzadas ciertas situaciones, sobre todo las que involucran investigaciones. Además, esperaba un poco más del desenlace que, dicho sea de paso, copia una de las escenas más memorables que nos ha regalado una saga.
Al igual que en otras obras de Barker, la ambigüedad sexual es una marca característica en Lord of Illusions, y no solo en la relación comentada entre los dos magos. Esto mismo se da otros personajes o en otras situaciones. Hay una gran carga sexual y también de sufrimiento, aunque no se llega a los niveles que hemos visto en Hellraiser.
Recomiendo ver el Director’s Cut, que tiene diez minutos de duración más que la versión de cine. Al menos, intenta conectar mejor algunas escenas y hacernos entender, sobre todo, cómo llega a algunos escenarios Harry D’Amour y detalles de la relación de Swann con su maestro que, por algún motivo, quedaron fuera de lo que se ve en la pantalla grande. Creo que esta versión puede ayudar a que obtengamos una mejor imagen de los hechos que se van desarrollando.
Por lo que hemos podido ser testigos, Lord of Illusions parece haber sido la última película bajo la dirección de Clive Barker (excepto que salga de una vez por todas ZvG: Zombies vs. Gladiators), aunque espero que se lo pueda ver más involucrado en otros proyectos cinematográficos (la adaptación de The Thief of Always lleva años especulándose, lo mismo que la saga de Abarat) que hagan conocer su universo a más personas. Así, podrán encontrar la fuente de sus obras. Pero por el momento, recuerden: la carne es una trampa, y la magia nos libera. Bienvenidos a la divinidad del engaño.